Hace menos de tres meses, Gaby Garrido y su novio español, Víctor, pasaron las fiestas de fin de año en Panamá. Todo se veía muy bien para ambos, con proyectos y mucha ilusión. Gaby se veía realmente enamorada, comprometida con la relación, con hacerlo sentir especial y mostrarle lo bella que es su tierra. En una entrevista ella hasta dijo que si se daba la oportunidad hasta podría volver a casarse, ¿por qué no….? pero desde hace un par de días parece que lo que un día fue ya no será.
Sí, la expresentadora de TV, radicada en Barcelona y quien en abril del año pasado informó que había terminado la relación con su esposo, Patrick Vollert, parece estar viviendo el agonizante dolor que provoca una ruptura.
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Recordemos que semanas antes del anuncio de su separación ella ya se iba de viaje con su -en ese tiempo- “amigo”, lo que fue despertando las sospechas de sus seguidores, además de que ya no usaba el anillo de casada, ni hacía contenido con Patrick.
Volviendo al tema de su ruptura, pues no es que lo haya dicho textual, pero tampoco es que haga falta: “Era fóllame no fállame, disléxico”, escribió en sus historias el lunes. ¿Qué fue, será que hubo queme? Bueno, digamos que esta es una frase normal, de esas que uno puede sacar de por ahí para darle sazón a sus historias. Ajá, pero ya lo que viene no es sazón sino cabanga.
“Mis días últimamente se ven así: Despertar a las 6am pero sin ningún sitio a donde ir a esa hora
De insomnio y mil pesadillas
De querer que pase el tiempo a 3x
De llorar hasta quedarme dormida
De obligarme a aceptar cosas que no quiero
De entrenar tan fuerte para que me duela el cuerpo más que el corazón”.
Ven lo que les decimos, ajá, está clarito, pero más con lo que terminó su mensaje: “Y si, la vida es preciosa y las redes llenas de nuestros mejores momentos pero existen los días malos y NO te castigues por eso abrázalos de la misma manera que los buenos”.
En otra historia la influencer mostró los golpes que le ha dejado practicar crossfit.